En 1892, el adolescente Ricard Opisso empezó a trabajar como delineante y fotógrafo en el taller de Gaudí en la Sagrada Familia.

Lo que aprendió junto al artista es uno de los temas principales de unas singulares memorias que han permanecido inéditas hasta la fecha

EL GENIAL DIBUJANTE, fiel compañero

RICARD OPISSO

Memorias inéditas de Ricard Opisso, escritas de su puño y letra

Ricard Opisso. Autoretrato

Opisso dibujó a Gaudí en vida y también en el lecho de muerte, así como a otras personalidades que le acompañaron, como, Pere Mañach, que había colaborado en las obras de cerrajería de las distintas casas de Gaudí, Puig Boada o Cèsar Martinell.

Ricard Opisso. Gaudí

Ricard Opisso es uno de los grandes nombres del arte catalán de la primera mitad del siglo XX. Su inconfundible estilo como dibujante, por ejemplo en las páginas de la mítica revista «TBO» en su primera época, sigue teniendo seguidores. Muchas de estas obras son crónica gráfica de su paso por la cervecería Els 4 Gats, donde frecuentó a un jovencísimo Pablo Picasso, de las veces que coincidió con un cansado y derrotado Oscar Wilde por las calles de París.

Recuerda Opisso los heroicos ayunos cuaresmales de Gaudí, su poca precaución ante el peligro (se paseaba como un funámbulo por los andamios y escaleras portátiles de madera desde donde daba instrucciones a los albañiles) y cómo, a pesar de sufrir de dolor de pies, iba a diario desde de la Sagrada Familia hasta la iglesia de Sant Felip Neri (en el casco antiguo de Barcelona) para pedir ayuda a Dios para su catedral inacabable.